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Cómo detener un a avión apunto de despegar. Luego de viajar en lancha, combi, autobus y taxi, llegamos tarde y el vuelo se fué. En la memoria: San Cristobal, tierra de nadie y hostal de la muerte; Palenque, paraíso prohibido para el que no se atreve; Las cascadas de Agua Azul, infinita y perpetua mezcla de azul y verde jade; El Cañón del Sumidero, la muestra de que siemprehaymás; Boca del Cielo, que no necesita mayor descripción... Chiapas, eterno territorio para el que quiera ir.
Pero ni la memoria ni nada, impide que un vuelo cerrado se abra. Tuxtla Gutierrez. Un aeropuerto diminuto y una espantosa espera, como casi siempre lo son. Un dìa entero, ilusionados por momentos, hasta que, llegada la noche, una amable señorita da la sentencia: "tienen que ser mañana, nadie canceló".
La parte de atrás de una camioneta por 30 minutos. Un hotelucho, un tinto, cosas que compramos en un súper, y el sentimiento de que al otro día, a las 6 de la mañana, tendríamos que tomar un vuelo que nos alejarìa, "hasta Dios sabe cuando", de Chiapas, recipiente repleto de historias.
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